El emperador Carlos V eligió pasar sus últimos días de vida en este monasterio, haciéndose conocido por tal circunstancia, además de por su riqueza artística y su ubicación en una zona privilegiada de la comarca de La Vera. Se encuentra próximo a Cuacos de Yuste, en un paraje lleno de calma, rodeado de arboledas y de pequeños arroyos.
El origen de este monasterio se remonta al siglo XV, cuando un grupo de vecinos de La Vera tomó la decisión de construir un cenobio para cobijar a los ermitaños y, posteriormente, a los monjes de la Orden de San Jerónimo. Este pequeño edificio terminó convirtiéndose en el conjunto monacal que conocemos hoy. Con la llegada del Emperador se construyeron sus dependencias, una casa-palacio sencilla, sin muchos elementos decorativos.
El 3 de febrero de 1557 tuvo lugar la entrada de Carlos V en Yuste. La Ruta del Emperador Carlos V, fiesta de interés turístico de Extremadura, conmemora cada año en febrero ese último viaje del emperador desde el Palacio de los Condes de Oropesa, en Jarandilla de la Vera, hasta el monasterio.
El Real Monasterio de Yuste forma parte del Patrimonio Nacional de España y es sede de la Fundación Academia Europea de Yuste, dedicada a fomentar el espíritu de unión en Europa.